CORDIALIDAD
1. Definición
La cordialidad es mucho más que una simple muestra de educación o buenos modales. Es una actitud genuina de respeto, amabilidad y calidez hacia los demás. Ser cordial implica tratar a cada persona con dignidad, sin importar su condición, su forma de pensar o el momento que esté viviendo.
La esencia de la cordialidad está en el corazón, como lo sugiere su raíz etimológica: “cordial” proviene del latín cordialis, que a su vez deriva de cor (corazón). Por eso, ser cordial no es actuar por obligación, sino desde un sentimiento auténtico. Es mirar al otro con empatía, hablar con respeto, escuchar con atención y actuar con consideración.
En un mundo donde a menudo reina la prisa, la indiferencia o la frialdad, la cordialidad se vuelve un valor que transforma. Una palabra amable, un saludo sincero o una actitud atenta pueden marcar la diferencia en el día de alguien. Ser cordial no requiere grandes gestos, pero sí una disposición interior a tratar bien, a cuidar el trato humano.
La cordialidad no significa estar siempre de acuerdo con los demás, sino saber expresarse con respeto incluso en el desacuerdo. Es una forma de convivir en armonía, de construir puentes en lugar de levantar muros.
En definitiva, la cordialidad nace del
respeto, se expresa con amabilidad y se vive desde el corazón. Es uno de esos
valores silenciosos pero poderosos que hacen que la convivencia sea más humana,
más cálida y más justa.

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